La temporada de frío se fue y nos dejó el cabello, el rostro y la piel, un tanto dañados por las bajas temperaturas y los ambientes secos derivados del uso de las calefacciones.
La Estación de los Cambios
La primavera llegó, y con esta estación regresa una moda más ligera y brillante, que trae un estilo más despreocupado y cuidados más fáciles pero no de menor atención. La ropa de esta temporada tiende a la ligereza, a la facilidad de uso y a la inclusión de fibras naturales, particularmente de algodón. En las vacaciones y en primavera se tiende a dejar asomar hombros, brazos y piernas en vestidos, shorts y faldas, es por la comodidad y ganas de sentirnos más libres, de esa misma forma pasa con el cuidado de nuestro cabello y piel. La primavera despierta y promueve nuestras ganas de cuidar nuestro aspecto estético ya que el sol y los días de clima más agradable nos incitan a sentirnos mejor.
El Cabello
Sabemos que la primavera trae consigo cambios, uno de ellos es la llamada caída de cabello estacional. Tanto para prevenir la caída del pelo en primavera como para mejorar el aspecto del cabello, uno de los cuidados más aconsejados es la aplicación frecuente de masajes en el cuero cabelludo. Como explican los especialistas, se trata de una técnica que consiste en apoyar las yemas de los dedos en la cabeza y, presionando ligeramente, sin moverlas, hacer movimientos rotatorios, de forma que sea la piel del cuero cabelludo (y no las glándulas sebáceas que están debajo) la que se mueva. Este hábito, practicado diariamente, resulta un gran relajante que además estimula la circulación sanguínea en esta zona, lo que asegura la correcta nutrición y oxigenación del cabello desde su origen.
La Piel
La hidratación es fundamental para mantener la piel en buenas condiciones para las vacaciones. Los dos pasos básicos a seguir son hidratarse y protegerse del sol. La nueva estación también tiene que luchar contra los efectos del largo invierno que tuvo a maltraer a nuestro cutis. El frío produce una disminución del flujo sanguíneo, una baja oxigenación y una nutrición deficiente y, por lo tanto, al final del invierno la piel está más deshidratada, más reseca y con redes vasculares más marcadas. Por eso, nuestro organismo y nuestra piel necesitan una cura de limpieza, una renovación. Para eso son de vital importancia las cremas hidratantes y el uso de mascarillas, que son la forma más sencilla, más cómoda y más rápida para renovar la piel de nuestra cara. Al retirarla notaremos la piel más relajada, sin manchas ni impurezas.
Los Pies
Con la llegada de las vacaciones y la primavera nos disponemos a utilizar zapatos descubiertos por lo cual el cuidado de nuestros pies se hace indispensable.
¿Cómo podemos cuidar de manera especial nuestros pies?
Exfoliándolos al menos una vez por semana para aliviar dolores y suavizar asperezas. La exfoliación es una limpieza profunda de la piel que tiene múltiples beneficios:
- Prevención del envejecimiento de la piel
- Activación de la circulación
- Eliminación de células muertas e impurezas
- La piel adquieres suavidad, tersura
Las cremas que se aplican después de la exfoliación se absorben de mejor manera.